Son aliadas indiscutibles de la decoración de interiores invernal, aunque en verano también encuentran varias razones para quedarse en el hogar. Capaces de transformar los espacios, en el salón se encuentran ‘como en casa’, ya que no solo personalizan y revalorizan (algunas son obras de arte) sino que, además, aportan calidez y un plus de confort. Lo tenemos claro: una vez que se apoderan de tus suelos no podrás pasar sin ellas.

Alta costura

El arcoíris de las telas de MissoniHome viste este salón de arriba abajo, mostrando la versión más hippie y desenfadada de uno de los motivos más clásicos: las rayas. Una alfombra que no solo aportará estilo de pasarela a tu casa sino también ‘alegría de vivir’.

Arte a tus pies

De la unión de Jaime Hayon y nanimarquina surge Silhouette, una colección de alfombras que parecen cuadros, tan bellas como prácticas, ya que a pesar de su aspecto delicado son muy resistentes. Usando la técnica del bordado sobre kilim, las siluetas de varios personajes imaginarios conviven en una bonita composición, donde el color se introduce sutilmente. La colección incorpora una versión para el estar exterior, realizado en PET 100% reciclado, y una pieza tapiz, para decorar tus paredes.

Un jardín dentro de casa

¿Quién dijo que las alfombras eran aburridas? Al ver la colección alegre y llena de color de la diseñadora de moda Mary Katrantzou para The Rug Company se disipan todas las dudas que pudieras tener al respecto. La de la imagen se llama Botanical Paradise y es una oda a la feminidad, donde los rosas profundos y un llamativo amarillo destacan por encima de las flores de lana blanca, creando un efecto dramático, lleno de fuerza visual.

Divertida y ‘pop’

Esta alfombra de Traumteppich.com hará que camines sobre un mullido y cálido campo de margaritas de colores, sin salir de casa. Ideal en ambientes ‘vintages’, puede dar una pincelada de alegría a un salón nórdico. Para integrarla mejor, elige algún accesorio, como cojines, pufs o adornos, en el color de las flores.